Paz Hinojosa Mellado

Discurso de Graduación_2º BACH

12 de mayo de 2023

    “Palabras, palabras, palabras”. Como recordarán todos, esta fue la respuesta de Hamlet, el famoso personaje de Shakespeare, a Polonio cuando le preguntó qué estaba leyendo. A estas me aferré yo también cuando el Jefe de Actividades Extraescolares me hizo el honor de pedirme que pronunciara un discurso en este día tan feliz de la Graduación de nuestros alumnos de 2º de Bachillerato. Permítanme que me dirija especialmente a ellos en esta fecha tan especial.

     A lo largo de estos años habéis vivido, queridos alumnos, inmersos en palabras. Con ellas os han transmitido su sabiduría vuestros profesores; por ellas habéis adquirido conocimientos y habéis reflexionado sobre importantes asuntos; gracias a ellas os habéis emocionado leyendo alguna obra literaria, o bien, habéis disfrutado como espectadores de una obra de teatro. Más aún: con este instrumento os habéis convertido vosotros mismos en creadores de poemas, relatos, greguerías…

     ¿Veis? Siempre palabras. Desde el principio de nuestra vida, con nuestros primeros balbuceos, nos han acompañado. El poeta Ángel González escribió:

Pronunciada primero,

luego escrita,

la palabra pasó de boca en boca,

siguió de mano en mano,

de cera en pergamino,

de papel en papel,

de tinta en tinta

           (…)

y llegó hasta nosotros

impresa y negra, viva.

     Sí, poesía, claro. Era inevitable desembocar en ella si partimos de las palabras. En el instituto hemos tratado de despertar en vosotros el amor por la Música, la Pintura, la Escultura…Todas las artes. Esta tarde me ceñiré a una de ellas, la Literatura, como profesora de la materia que soy.

     Quiero animaros a que no dejéis nunca de leer, de descubrir historias, de deleitaros con la sonoridad de una rima. Permitid que las palabras os tomen de la mano y os lleven a otros mundos. No las abandonéis nunca.

     El amor a la Literatura debería ser consustancial a nuestras vidas, pues es lo propio de los seres humanos. Pero, si necesitáis más justificaciones para honrar las palabras en esta época que defiende sólo lo práctico, recordad con  Gabriel Celaya  que la poesía es un arma cargada de futuro. O pensad en Sherezade, ese personaje de las Mil y una noches, que se salva de la muerte por su habilidad para tejer historias. No olvidéis tampoco a Juan Ramón Jiménez, quien quería captar la realidad, la esencia de cuanto le rodeaba y nos dejó estos versos:

“¡Intelijencia, dame

el nombre exacto de las cosas!

…Que mi palabra sea

la cosa misma,

creada por mi alma nuevamente”.

 

     Por supuesto, más allá de la Literatura, también os acompañarán las palabras en las conversaciones cotidianas y en otras, más profundas, que tendréis, sin duda, con otras personas para intercambiar ideas, emociones, pareceres y sentimientos. Alegraos pensando en ese festín, en ese banquete que os espera.

     Por mi parte, como además de profesar veneración por la palabra, creo también en la elocuencia del silencio, sólo me queda finalizar mi intervención y desearos en vuestra vida, a la manera de Juan Ramón Jiménez, amor y poesía cada día.